jueves, 13 de noviembre de 2008

Como LLegar a ser Hijos de Dios

Juan 1:11-13

Rev. Natividad Fermín

Pastor Iglesia Nuevo Día, Rochester, NY

Introducción
La tradición de nuestros padres nos ha enseñado que todas las personas somos hijas de Dios. Y todos nosotros creemos que esto es cierto con mucha sinceridad. Sin embargo, la Biblia nos habla de criaturas de Dios y de hijos de Dios. Dios se relaciona con el universo como su creador y como tal otorga a sus criaturas cierta bendición limitada. Pero existe un acercamiento muy notable entre El y las personas que creen en su existencia y le entregan sus vidas. Con ellas Dios se relaciona como su Padre y las llama sus hijos.

* ¿Te consideras tú una criatura o un hijo de Dios?
* ¿Quién es una criatura de Dios?

Una criatura es toda aquella persona, animal o cosa creada por Dios, las cuales no tienen ningún tipo de relación espiritual con su hacedor. Es más, Dios mismo identifica al hombre pecador como "criatura perversa". Fíjense lo que dice la Biblia: "He aquí. solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones" (Eclasiastés 7:29). E "hijos del diablo". Así dijo Jesús: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer" (Juan 8:44).

¿Ha abandonado Dios a sus criaturas totalmente? ¿Es injusto con ellas?

Definitivamente, no. Dios mantiene una relación natural con toda la creación, especialmente con el hombre. De una u otra forma nos beneficia y nos protege a todos por igual. El "hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos" (Mateo 5:45).

Escriba cinco beneficios que la humanidad recibe de Dios diariamente.

¿Son salvas las personas que solamente se relacionan con Dios como sus criaturas?

Concluyentemente, no. Para ser salvo se necesita entrar en una relación Padre-hijo con Dios. En una familia sólo los hijos legítimos heredan a sus padres. Los hijos ilegítimos heredan si son reconocidos como legítimos. Jesucristo es el Hijo legítimo de Dios. El es el heredero, nosotros somos simples criaturas. Para convertirnos en herederos de la salvación necesitamos ser adoptados por el Padre y, precisamente, eso es lo que El quiere hacer.

Comenten por algunos minutos acerca del significado de la palabra Adopción.

¿Alguno de ustedes han sido adoptados o han adoptado a alguien?

¿A alguno de ustedes le gustaría ser adoptado por Dios?

¿Cómo puede una persona pecadora llegar a ser hija de Dios?

Leamos el siguiente texto bíblico:

"A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Mas a todos los que le recibieron, a los
que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de san-
gre, ni de voluntad de carne, ni de volun-
tad de varón sino de Dios" San Juan 1:11-13


El versículo once nos dice que Dios le dio la oportunidad a los hombres de llegar a ser hijos suyos y no simples criaturas. Pero los hombres rechazaron esta gran oferta. Sin embargo, de acuerdo al versículo doce, hubieron quienes no rechazaron este regalo de Dios, llegando a ser así, hijos de Dios.

¿Cuál es la oferta de Dios mediante la cual que las personas pueden llegar a ser hijas legítimas de Dios?
Que creamos en su Hijo, Jesús y lo recibamos en nuestros corazones como salvador personal. De acuerdo al versículo trece, cuando aceptamos a Jesús entramos a formar parte de la familia de Dios. Nos convertimos en Hijos de Dios y herederos de la salvación.

Leamos Romanos 8:14-17
¿Cuáles beneficios inmediatos recibimos ya como hijos de Dios?

Enumérelos:
1______________________ 4______________________
2______________________ 5______________________
3______________________ 6______________________

¿Es importante ser hijo de Dios?
En este momento ¿te consideras una criatura de Dios o un hijo de Dios? Reflexiona profundamente. Piensa que Dios está aquí con nosotros y su único deseo es bendecirnos. Como criaturas solo recibimos los beneficios naturales que Dios provee al mundo de manera general (sol, lluvia, oxígeno, aire fresco, plantas que producen alimentos, etc.), pero nada de esto implica la salvación. Como hijos nos convertimos en herederos de la salvación y nos beneficiamos con un cambió total de nuestras vidas y circunstancias.

Dios mismo reafirma nuestra posición de hijos: "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es" (I Juan 3:2). ¡A esto se le llama bendición!

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