Porque Jehová el Señor me ayudará,
por tanto no me avergoncé;
por eso puse mi rostro como un pedernal,
y sé que no seré avergonzado.
Cercano está de mí el que me salva;
¿quién contenderá conmigo?
Juntémonos.
¿Quién es el adversario de mi causa?
Acérquese a mí.
He aquí que Jehová el Señor me ayudará;
¿quién hay que me condene?
¿Quién acusará a los escogidos de Dios?
Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará?
Cristo es el que murió;
más aun, el que también resucitó,
el que además está a la diestra de Dios,
el que también intercede por nosotros.
ISAIAS 50:709 ROMANOS 8:33-34
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