Recuerdas cuando llegaste a mi, sola despreciada, abandonada en tus propias sangres, llegaste con la moral destruida, y sin ánimos, creías que no valías nada para nadie, no tenias interés en vivir.
Mas yo te recogí, te limpie, te consolé y te bañe con la preciosa sangre de mi hijo, si, llegaste a mi y te puse vestiduras blancas, te bese en el cuello, te puse un anillo en señal de que estabas comprometida con migo, entraste a mi casa y celebramos fista.
Pero ahora, en mi propia casa, te ensucias y te vuelves a ensuciar, pero yo te limpio y te vuelvo a limpiar, pero en mi propia casa has metido tus amantes, con los cuales as fornicado, tes has revolcado como la puerca lavada en el fango y ya no quieres ser limpiada, comes te tus propios vómitos, en mi propia casa, me has despreciado y no me has tomado en cuenta.
Te he dado muchas oportunidades, en mi paciencia te he esperado, YO te he perdonado, pero no quieres mi perdón, te has quedado sucia y el dinero de tus fornicaciones has venerado y echo tu Dios.
Como buen Padre, tengo que corregirte, ya no puedo dejarte mas tiempo, te sacare de mi casa, mi gloria se apartara de Ti, la paz te será quitada y tus enemigos vendrán sobre ti, te quitaran todo lo que tienes y tus amantes te serán por desprecio, ya nada ni nadie te consolara, te sentirás bacía, despreciada, abandonada en tus propias sangres, te entregare a pasiones vergonzosas y tu morar será destruida, no tendrás ánimos, porque mi presencia ya no estará con tigo.
Mas después de un tiempo te arrepentirás, y vendrás a mi con lagrimas, y Yo te recogeré, te vestiré de blanco una vez te aiga lavado con la sangre, con la Preciosa sangre de Mi hijo Jesús, pasaras a mi casa y moraras allí con migo, en mi paz, en mi gozo.
Por lo tanto, no rechaces mi gracia, no endurezcas tu corazón cuando escuches mi voz, porque he aquí que estoy cerca y me galardón con migo.
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