Un día Satanás y Jesús estaban conversando.
Satanás acababa de dar un paseo por la tierra, y estaba mofándose y riéndose diciendo:
Si Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente allá abajo. Les tendí una trampa, usé cebo que sabia que no podrían resistir. Cayeron todos!
¿Que vas a hacer con ellos? Preguntó Jesús.
Ah, me voy a divertir con ellos. Respondió
Satanás. Les enseñaré como casarse y divorciarse, cómo odiar y abusar uno del otro, a beber y fumar y por supuesto, les enseñaré a inventar armas y bombas para que se destruyan entre sí. Realmente me voy a divertir!
¿Y qué harás cuando te canses de ellos? Le preguntó Jesús.
Ah, los mataré, dijo Satanás, con la mirada llena de odio y orgullo.
¿Cuánto quieres por ellos? Preguntó Jesús.
Ah, tu no quieres a esa gente. Ellos no
son buenos. ¿Por qué los querrías tomar. Tu los tomas y ellos te odian.
Escupirán a tu rostro, te maldecirán y te matarán. Tu no quieres a esa gente!!
¿Cuánto? Preguntó nuevamente Jesús.
Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió: Toda tu sangre, tus lagrimas, y tu vida.
Jesús dijo: HECHO!
Y así fue como pago el precio..
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Jn 3:16
Qué fácil es despreciar a Dios y luego preguntarse por qué el mundo se está yendo al infierno!
Qué fácil es decir 'Creo en Dios' y seguir a Satanás.
¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
1Reyes 18:21
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él Jn 3:17
Dios les bendiga
No hay comentarios:
Publicar un comentario