jueves, 31 de julio de 2008

Pura - No recibáis en vano la gracia de Dios.

Hola mis hermanos...
Mira creo que esta palabra es tan nesesaria en esta hora para ti...

Le pido a nuestro Padre Celestial en Nombre de Cristo Jesús que No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.

Salmo 32:9

Si Señor, te pido que estreches tu palabra en amor en nuestros corazones, abrenos nuestros corazones porque somos tan pequeños mi Señor muchas veses nos cegamos en nuestras propias ideas, bendícenos Padre con esta palabra por amor en tu Santo hijo Jesús!

Amen


Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.

Porque dice:
En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.

No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado;

antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;

en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;

en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,

en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra;

por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces;

como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos;

como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.

Nuestra boca se ha abierto a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado.

No estáis estrechos en nosotros, pero sí sois estrechos en vuestro propio corazón.

2Corintios 6:1-12


De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

2Corintios 5:17-20

No hay comentarios: